Jorge Solana Aguado | Ciudad Real ||
Defensor de lo que se ha dado en llamar la escultura social, Carlos Guerra del Moral, es autor de un gran número de obras que se pueden ver por las avenidas, calles y plazas de los municipios de la provincia de Ciudad Real. Un tipo de escultura en la que muchos turistas se hacen fotos para el recuerdo.
Este escultor cursó estudios de Bachillerato en el ‘IES San Juan Bautista de la Concepción’ de Almodóvar del Campo, para después realizar sus estudios universitarios en la ‘Facultad de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría’, de Sevilla. Carlos Guerra estaba convencido que quería trabajar sobre bronce y se trasladó a Madrid, en donde entraría en contacto con fundiciones para su realización de la Reina Isabel que hoy podemos observar en la Avenida de los Reyes Católicos en Ciudad Real.
¿Piensa que está suficientemente promocionada la escultura que se ve en la calle?
No, en absoluto. Tenemos en España y en nuestra tierra, en concreto, un retraso bastante grande con respecto a otros países europeos como Francia, Alemania o Reino Unido. En el Campo de Calatrava, por ejemplo, en muchos pueblos no existe y en algunos con un potencial turístico muy alto, como Almagro, apenas sí hay un par de obras y todas ellas sobre pedestal nunca a pie de calle.

Un grupo de turistas se hace una foto con la escultura de Santa Teresa de Jesús, en Malagón.
¿Considera que aporta mucho desde el punto de vista cultural a una zona como Campo de Calatrava?
Sin lugar a dudas. Si queremos convertir el Campo de Calatrava en un espacio cultural tenemos que potenciar los elementos que son característicos de nuestra propia cultura. En esa labor, la escultura pública, la creada para uso y disfrute de todos, desempeña un papel fundamental porque es la visualización permanente de nuestra historia, nuestras fiestas y nuestras tradiciones.
En el Campo de Calatrava hay fiestas que han trascendido nuestra geografía, los Carnavales de Miguelturra, la Ruta de la Pasión de la Semana Santa o el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. Fuera de sus fechas de celebración, no existe ninguna referencia visual permanente que le diga a un visitante que está en un lugar famoso por tal tradición o tal celebración. Algo que le invite a venir y conocerla. Pienso que se están desaprovechando muchas oportunidades de potenciar nuestra tierra.
Además, no podemos olvidar que el urbanismo de nuestros pueblos sufrió mucho con el desarrollismo de los años 1970 al 2000. En muchos se perdió su morfología típica y su arquitectura tradicional y la escultura sirve lógicamente también para ennoblecer y embellecer espacios públicos. Pero además tienen que convertirse en un elemento iconográfico de nuestros pueblos como La Cibeles lo es de Madrid.
¿Y desde el punto de vista turístico?
Desde el punto de vista turístico se hace totalmente necesaria e imprescindible diría yo. De lo más demandado por los visitantes son esculturas a pie de calle, directamente relacionadas con el lugar donde fotografiarse solos o en grupo. Esas fotografías las vas a subir enseguida a las redes sociales donde serán visitadas por sus seguidores. Y al carecer de escultura pública a pie de calle, estamos perdiendo una valiosísima publicidad como es la de la boca a oreja boca, que además es totalmente gratuita.

Carlos Guerra, en un momento del proceso de trabajo en la escultura de Santa Teresa de Jesús.
La situación sanitaria nos ha hecho retirarnos de la calle y del turismo. ¿Cómo vive esta situación la escultura a pie de calle?
Cuando se plantea la creación de una escultura en bronce, no se concibe para un determinado evento sino para que permanezca en el tiempo, para que pueda ser contemplada, admirada y disfrutada por los nietos de nuestros nietos. Es cierto que estamos atravesando unos momentos muy difíciles, pero estoy convencido que entre todos sabremos superarlo y volver a la normalidad. Por eso, es ahora el momento de abordar la realización de estos proyectos para que cuando todo esto pase estemos bien situados, ofreciendo a todos los visitantes una serie de atractivos y actividades que lo inviten a conocer, a permanecer y a pernoctar en nuestra tierra.
En 2021, ¿cuál sería su escultura ideal para la zona de Campo de Calatrava?
Está todo por hacer, pero si hubiera que empezar por algún lado sería potenciar la Ruta de la Pasión Calatrava, declarada de Interés Turístico Nacional, con una serie de relieves alusivos en bronce como las que en su momento presente o con una colección de esculturas de los armaos con su correspondientes cascos y vestimentas locales.
¿Qué piensa si le digo que se me ha ocurrido que la escultura es una forma de hacer teatro de la historia y para la historia?
Bueno, dicho de otro modo, es una puesta en escena permanente de nuestra historia y nuestra propia cultura. Por ejemplo, varios ayuntamientos están o tiene en propósito restaurar los lavaderos públicos de sus municipios, pero si no humanizamos el lugar con una escultura que personalice la actividad que allí se desarrollaba ese espacio para muchos está falto de sentido. Hoy en día las piedras por si solas no hablan, el público requiere de visitas teatralizadas que les expliquen el lugar. La escultura cumple esa función y de forma permanente.