Javier Higueras | Almagro||

El fotógrafo almagreño Juan Palomino Bautista ha obtenido un nuevo premio. Ocurrió el pasado viernes, cuando la Asociación de Fotógrafos Profesionales de Castilla-La Mancha (AFOCAM) le otorgó el Premio Quijote en la categoría «Confinamiento». La instantánea en cuestión, perteneciente a su serie fotográfica sobre el confinamiento, muestra a sus hijos en diversas actividades para despistar las interminables horas de encierro. De este año agónico y desesperanzador, el fotógrafo ha conseguido captar con su cámara lo que hemos vivido todos, y finaliza el curso con un total de siete premios en certámenes. Además, el pasado sábado se estrenó «Crónica de un Confinamiento», una exposición en la Galería Fúcares de Almagro sobre su trabajo. Sus últimos éxitos y su trayectoria profesional son los principales temas que hemos abordado con Juan Palomino para esta entrevista.

Premio Quijote Juan Palomino

Juan Palomino, primer premio en la categoría Confinamiento en los Premios Quijote 2020

 

-Este último Premio Quijote se suma al premio LUX por “Días de Confinamiento”, que es quizá el mayor galardón en España que puede obtener un fotógrafo. ¿Tenía esperanzas en ganar antes de conocer el veredicto? 

Juan Palomino: Siempre que participas en un concurso de este tipo, es para ganar. Pero la verdad es que el nivel, especialmente en los LUX, es bastante alto, porque participan fotógrafos profesionales de toda España. Por eso, no pensaba que fuese a ganar.

-¿Cuáles cree que fueron las claves para que el jurado de los LUX se decantase por su trabajo?

J.P: Presenté una colección de ocho imágenes sobre el confinamiento, y al final es un resumen de lo que muchas familias vivieron durante estos meses. Esas imágenes representan diferentes momentos que se hacían extensibles a todos, así que la gente se ha podido ver identificada. Además, pienso que tampoco desentonaba ninguna de las ocho fotos, y el hecho de presentarlas como colección favoreció a que fuera premiada.

-Este pasado sábado se estrenó su exposición en la Galería Fúcares de Almagro. ¿Qué puede ver el público allí?  ¿Cómo surgió la idea de exponer este trabajo tuyo tan aclamado?

J.P: Antes que nada, exponer en la Galería Fúcares es una oportunidad única para mí. La exposición consiste en 15 imágenes en formato grande sobre los momentos del confinamiento. Algunas de ellas están ya premiadas, pero hay otras que son inéditas para la exposición. Contaba con mucho material y he seleccionado algunas otras instantáneas que podían encajar mejor para una exposición de este tipo.

La idea de presentar la colección fue del director de la Galería Fúcares, Norberto Dotor, quien vio imágenes de mi trabajo en Facebook y me lo propuso. Y yo, por supuesto, estoy encantado.

Montaje de la exposición «Crónica de un Confinamiento» en la Galería Fúcares (imagen procedente de la página de Facebook de la Galería)

-En “Días de Confinamiento” optó por una fotografía en blanco y negro. ¿Esta decisión fue por mera cuestión estética o hay alguna razón conceptual para mostrar ese tono del blanco y negro?

J.P: El blanco y negro es más dramático y venía muy bien para lo que quería expresar. Tiene esa fuerza que, a veces, no se consigue con el color. Sin embargo, estoy más acostumbrado al color, pero cuando tengo que hacer un trabajo más especial, más artístico, prefiero llevar las fotografías al blanco y negro. Pienso que aportan más potencia y personalidad.

-Una colección en la que son sus seres queridos los principales protagonistas ¿Las fotografías que surgieron del encierro las hizo de forma espontánea?

J.P: Había mucho tiempo libre y las fotografías las planteábamos como un juego. Yo me pasaba mucho rato disparando, por lo que han podido salir entre 4.000 y 5.000 imágenes de los meses de encierro. Algunas de ellas surgían de forma espontánea y otras estaban preparadas. De hecho, en la exposición de Fúcares se puede notar esa diferencia entre fotografías robadas y otras más preparadas.

-Mirando otros de sus trabajos, me ha llamado mucho la atención la colección “Pecado”, en la que una serie de  mujeres y niños aparecen con máscaras y ropajes blancos. ¿Qué quiere expresar ahí y cómo surgió la idea?

J.P: Es una colección que presenté hace dos o tres años. Empecé a hacerla con el tema principal de la comunión, y después uní todos los sacramentos. La idea era relacionar estos sacramentos con los conceptos de verdad y mentira, de ahí la aparición de las máscaras. En definitiva, es una reflexión sobre lo que hay de verdad en estas costumbres tan arraigadas.

"Pecado", de Juan Palomino

Colección fotográfica «Pecado», de Juan Palomino (se puede ver la galería completa en www.lensculture.com/juan-palomino-bautista)

Colección fotográfica «Pecado», de Juan Palomino (se puede ver la galería completa en www.lensculture.com/juan-palomino-bautista)

-Su padre también fue fotógrafo. ¿Ya desde pequeño tenía claro que quería ser como él?

J.P: Sí, desde que mi padre tenía su estudio y su tienda, yo le fui ayudando desde que tenía 6 o 7 años. Lo fui mamando poco a poco. Después empecé a desarrollar mi trabajo con cursos de formación y los primeros concursos a los que me presenté. Todo eso hace que te encamines hacia la profesión y, por supuesto, es algo que te tiene que gustar, como es mi caso.

Por otra parte, la fotografía ha cambiado tanto en tan poco tiempo que, hoy en día, tienes que buscar especializarte en algún tipo de fotografía para así ir haciendo tu propia creación personal.

-¿Cuándo comenzó a presentarse a concursos y cuál fue el primer galardón que obtuvo?

J.P: El primero al que me presenté creo que fue en Águilas, en Murcia. Y el segundo, que fue consecutivo, tuvo lugar en Socuéllamos, en el concurso de Jóvenes Creadores. Esto fue en el año 2000. Me presenté con un retrato en blanco y negro de mi abuelo, que ya era muy mayor, y salió premiado en la categoría de fotografía.

-¿Está pensando en nuevas colecciones fotográficas a corto plazo?

J.P: Ganar premios es muy complicado, y el haber conseguido tantos este año me ha servido de motivación para pensar en nuevos proyectos. Voy a dejar que todo esto respire un poco (galardones, la exposición en la Galería Fúcares…) para plantearme nuevos retos el año que viene. Todavía no sé el qué exactamente, pero tengo cosas en mente y muchas ganas.